LOS ABUSOS Y ATROPELLOS DEL “BABY DOC”

Por Redacción de Radio el faropr.com

Pica y se extiende el malestar que existe entre los empleados del departamento de manejo de desperdicios domésticos, del Municipio de Carolina, Puerto Rico, comandado por el “Baby Doc” de Jesús Trujillo, nieto de la extinta Delia Muñiz.

Resulta que ahora a este energúmeno se le ha pegado las malas mañas de su abuela con el maltrato a sus empleados.

Dicen que el “Baby Doc” ordenó que se le pusiera un candado a la caja donde está instalado el sistema biométrico de asistencia, para que nadie se pueda ausentar sin su autorización expresa, so pena se le aplique una ASA (Ausente Sin Autorización) o le apliquen un abandono de servicio con un referido para la Gestapo de Asuntos Internos.

En otras palabras, cualquier empleado que se sienta enfermo de repente en el trabajo y necesite retirarse no puede hacerlo si primero no  consiguen en el “field” al “Baby Doc” para que lo autorice. Tampoco a ningún empleado que les solicite su presencia en caso de una situación familiar que deban atender con urgencia no pueden abandonar los predios de las oficinas sin esa autorización y por consiguiente tendría que esperar cuando le salga de los bodrogos al “Baby Doc” o resignarse a esperar por su hora de salida.

Como decía nuestro amigo el amola’o Edwin Rivera Sierra, “Esto se jodio aquí” y éramos muchos y pario la abuela. Todo esto huele a peje e’ maruca para irle fabricando casos a los desafectos y caídos en desgracia con el régimen anti-obrero de los Aponte Gambini, que cada día más les ponen más presión a sus empleados para atormentarlos física y psicológicamente. Estas son las mismas prácticas de maltrato que llevaba a cabo su abuela Delia Muñiz la que ocupaba el puesto que esa dinastía le fue conferido bajo las sombras de la noche al “Baby Doc” del vertedero, lugar donde habita y gobierna “Mammón El Rey de las Moscas” desde esos fétidos y putrefactos aposentos del mal.

El que vive en la obscuridad, tarde o temprano, los cegará la luz de la Justicia Divina y no habrá más  justicia corrompida por los hombres enhestados y embriagados del poder mal ganado, que  actúan en cuartos obscuros y en componendas solo para sostener la crueldad y maldad en que vive este País, donde lo bueno es malo y lo malo es bueno.