LOS PACTOS DE SANGRE DE NUESTROS POLITICOS
Por Redacción de Radio El
Faropr.com
Hemos dicho hasta la saciedad que el PPD y el PNP son
como dos siameses que separaron y cada cual tomo por su lado. Tan malo es uno
como lo es el otro, no importa si la sangre es azul o roja. Ellos han vivido toda
su vida y un día más, de una doctrina y unos dogmas políticos que simple y
llanamente, no son más que un espejismo para ellos controlarnos y mantenerse en
el poder.
Todos estos pájaros de mal agüero son cómo la versión
Boricua de los Iluminattis. Ellos han sido los responsables de que todos nos
encontremos donde estamos, viviendo en una sociedad que ha colapsado social,
moral y espiritualmente. El daño que todos ellos nos han infringido será
irreparable para este sufrido país que ha sido secuestrado y manipulado por
toda esa caterva de facinerosos.
Hemos visto como Pedro J. Santiago Guzmán, C/P Pellé
Representante de la oposición de sangre azul se ha prestado para semejante
patraña de prestarle su voto al gobierno de turno de sangre roja para aprobar
la medida legislativa más cruel y antipática de todos los tiempos.
Hay que mencionar que aquí algo huele a azufre, porque
este mojiganga de Pellé, siempre ha sido un monigote y carga maletas del
Alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, quien siempre ha sido su mentor
político. Siempre lo hemos dicho, que no hay nada peor que un idiota con
iniciativa. Este Aníbal, panita y compañero de cherchas del otro Aníbal Acevedo
Vila del PPD, son capaces de cualquier
cosa diabólica, siempre y cuando estén de por medio muchas excreciones verde$$$.
Estos dos energúmenos le tiran a todo lo que se mueva y siempre andan buscando
la girita en “fast break” que los coloque en ventajeria para sus ambiciones
personales de mantenerse tras bastidores en el poder, ejerciendo con la
corrupción estilizada y de alto perfil que ahora nos han jorobado con tantas
cruditas.
Dicen por ahí que los días del Cacique de Toa Baja, Vega
Borges, están contados, puesto que el ojo avizor del Águila del Norte, por
haber mordido la carnada y comido del fruto prohibido.
Cerramos con esta analogía “El ladrón vulgar de la calle, nos roba el dinero, la cartera y el
reloj. Los políticos que tenemos nos roban la felicidad, la salud, el trabajo y
la pensión. El primer ladrón te elige a ti como su víctima y tú eliges al
segundo que es el político atracador de estilo elitista que luego te sorprende
y te decepciona en tu buena fe”.
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