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Mostrando las entradas de agosto 15, 2011

CANECADAS Y CANTINFLADAS

Por Servicios Combinados Dicen por ahi que se ha formado un Saperoco en Obras Publicas y los trabajadores de brigadas estan a la expectativa y se mantienen en vilo en cuanto a la radicacion de cargos por amenaza contra un empleado C/P El Indio. Se dice que Victor Rodriguez Mangual (CANECO) se invento lo de la version de la amenaza con un Arma de Asalto AK-47, contra el indio con el fin de fusilarlo en Asuntos Internos, donde el tiene muy buenas relaciones para fabricar casos con un Investigador de apellido Colon. Mis fuentes nos informan que a Raul Suarez, Capataz de la Brigada donde trabaja el indio, alega que el no escucho nunca esas supuestas amenazas de parte del imputado. Alega Suarez que lo unico que el converso con el CANECO fue el solicitarle que le removiera al indio de su brigada y nada mas. Suarez ha manifestado que el no va a hacerle ningun memo al indio, porque a el se lo asignaron arbitrariamente, porque tuvo problemas con el Supervisor Cuco Orozco, quien le solicit

EL PNP SE METE MIEDO ELLOS MISMOS EN CAROLINA

Por Jose Cheo Cruz “Sin crisis no hay desafíos, sin desafío la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es cariciaÖAcabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer superarla”. -Albert Einstein- Los grandes pensadores de la humanidad en todos los tiempos y en miles de pueblos y civilizaciones distintas, con raras excepciones, terminan sumidos en el “pesimismo”; igual que las lumbreras que han muerto jóvenes como los poetas malditos y románticos en general; así como los que han alcanzado la longevidad. Eso nos lleva a una constante: la crisis es propia de las sociedades humanas sin importar su grado de desarrollo. Sólo aquellos que se abrazaron con fuerza de pulpo a sus creencias en lo trascendente, en la divinidad; y los cristianos a la “Buena Nueva”, y aman a Dios con tal energía que forman la “Ciudad de Dios”, como proclamó San Agustín,