Autopistas del futuro
Hernán Padilla Los pueblos se crecen cuando buscan soluciones para brindar servicios esenciales a la comunidad. La crisis fiscal del gobierno y la depresión económica que amenaza a Puerto Rico debe convencernos de que el gobierno no puede ni debe hacerlo todo. Aunque las necesidades y las aspiraciones de nuestro pueblo van más allá de los recursos del gobierno central y las corporaciones públicas, los puertorriqueños tenemos el derecho a reclamar a exigir obras, proyectos y servicios que mejoren la calidad de vida. La realidad es que la deuda del Gobierno asciende a más de $60,000 millones de dólares. En particular, la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) adeuda $7,433 millones y no tiene capacidad financiera o crediticia para más. Para comenzar, su obligación inmediata es pagar $386 millones en intereses. Sus ingresos propios por cobro de peaje, licencias, tablillas, impuesto sobre la gasolina, y cobros a construcciones privadas no son suficientes. Para economizar $23 mi